Los más pequeños y los no tanto pudieron disfrutar de un magnífico día, ya que el tiempo acompañó bastante, y de las posibilidades que ofrece la nieve.
Bolazos, muñecos y deslizamientos con trineos, palas o plásticos fueron los ingredientes principales de este día.
Finalmente, a las 20:45 llegamos a Marmolejo, más rendidos los padres que los hijos y pensando en la siguiente.
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